Desde el 14 de diciembre de 2012, el Reglamento Europeo sobre declaraciones de propiedades saludables prohíbe a los fabricantes de complementos alimenticios hacer afirmaciones relacionadas con la salud o los efectos del producto, salvo en casos específicos autorizados.
Por eso, muchas veces destacamos las propiedades individuales de los ingredientes para que tengas una idea del posible beneficio del producto. En estos casos, siempre es recomendable consultar fuentes adicionales y fiables, o, por ejemplo, buscar el asesoramiento de un profesional de la salud cualificado.

Los productos de natural elements se elaboran exclusivamente en instalaciones rigurosamente controladas. Laboratorios independientes en Alemania verifican regularmente la calidad de nuestros productos, para que siempre recibas un producto de alta calidad y libre de contaminantes.

Obtenemos nuestras materias primas de proveedores alemanes reconocidos, quienes en parte las importan. Las materias primas provienen de distintas partes del mundo. Siempre que es posible, intentamos obtenerlas de forma local, aunque no siempre es viable.

Aquí algunos ejemplos: la vitamina K2 proviene de Italia, la cúrcuma ecológica de la India, la maca ecológica de Perú, la acerola ecológica de Brasil, el extracto de semilla de uva de Francia, la arginina de Indonesia, la pasiflora de países de Europa occidental, el coral Sango de Japón, la vitamina D3 de Francia e Inglaterra, y el magnesio de Alemania.

Sin embargo, más allá del país de origen, lo realmente importante es la calidad de los productos. En natural elements, damos máxima prioridad a la calidad excepcional. Por eso, como una de las pocas marcas del mercado, sometemos cada lote de producción a pruebas realizadas por laboratorios independientes en Alemania.

Como cada materia prima tiene una vida útil diferente, no podemos dar una respuesta general. Sin embargo, la mayoría de nuestros productos tiene una duración de entre 1 y 1,5 años. En cada envase encontrarás la fecha de consumo preferente, siempre que se almacene en un lugar seco, fresco y protegido de la luz.

Nuestras cápsulas, tabletas y polvos deben almacenarse en un lugar fresco, seco y protegido de la luz, pero no es necesario refrigerarlos. Lo mismo aplica para nuestros productos líquidos; sin embargo, guardarlos en el refrigerador puede ayudar a prolongar su duración.